Recomendaciones para llevar una vida saludable

El adquirir buenos hábitos va a mejorar nuestra calidad de vida en general. Para ello es necesario ser conscientes de que debemos cambiar ciertas pautas en nuestras rutinas y comportamientos.

 

¿Cómo lo conseguimos?

Es importante disponer de buena información, tener un sentido crítico y una actitud abierta para afrontar cambios. A continuación enumero unas pautas muy generales enfocadas a conseguir unos hábitos de vida saludables. Si bien, aunque cada persona tiene su propio metabolismo, unas características fisiológicas y aptitudes diferentes, y unas necesidades distintas, pueden servir para hacerte una idea de lo que puedes empezar a cambiar.

Ten en cuenta que es fácil leer y comprender estos puntos, lo difícil es ponerse en marcha pero te aseguro que los beneficios los vas a notar desde el primer día

 

Seguir una alimentación sana y equilibrada

Evitar grasas saturadas, bollería, exceso de sal y de azúcares, alcohol, etc y añade a tu dieta más frutas, verduras y legumbres; tu organismo te lo agradecerá y te sentirás más ligero. Además es recomendable hacer de 4 a 6 comidas diarias. Lo que se consigue así es mantener activo el sistema metabólico. Hay que huir de las grandes comilonas a mediodía y de cenas abundantes por la noche.

 

 

Ingerir de dos a tres litros diarios de agua.

Son muchos los beneficios que consigues al beber de dos a tres litros de agua diarios, por ejemplo: evita el estreñimiento, favorece el proceso de digestión, se consigue una piel más rejuvenecida y sin arrugas, alivia la fatiga, activa el metabolismo, reduce el sobrepeso, tiene efectos positivos sobre las artículaciones, ayuda a eliminar residuos y productos de desecho a través de la orina, etc.
Una buena opción si te cuesta beber agua y además quieres potenciar algunos de estos beneficios es echar al agua un chorrito de limón.

 

 

Hacer ejercicio habitualmente

El ejercicio físico ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, además de fortalecer los huesos y músculos. También previene la acumulación de colesterol.

 

Dormir suficientes horas

Entre 7 y 9 horas de sueño es lo ideal, sin bien depende de la edad, actividad y características propias de cada persona. También es importante la calidad del sueño. No todos descansamos igual aunque durmamos las mismas horas. Para ello es positivo seguir ciertas pautas previas a la hora de ir a descansar como no abusar de las pantallas digitales o evitar tomar cafeína o alcohol antes de dormir; también te ayudará realizar ejercicios respiratorios o de relajación o el haber regulado adecuadamente la temperatura de la habitación.

 

 

Tener un equilibrio mental

Es bueno liberar la mente, no llevar los problemas como si fueran una carga y conseguir desconectar del “ruido” del día a día de la vida cotidiana. La mente disfruta cuando hace planes o cuando visiona un futuro positivo. El bienestar emocional y psicológico es muy necesario para hacer frente a nuestros retos personales.

 

Evitar el stress

El estrés es uno de los enemigos silenciosos que puede minar nuestro organismo. Para evitar este estado debes de ser consciente de relativizar los problemas que te vayan surgiendo y de ser capaz de gestionar adecuadamente tus emociones. Intenta dedicarte tiempo a ti mismo, potenciar las relaciones sociales, disfrutar conscientemente de tu tiempo libre o dedicar más tiempo a tus hobbies.

 

 

Disfrutar de una sana actividad sexual

La actividad sexual forma parte de nosotros. Está demostrado que tener relaciones sexuales es positivo para nuestro organismo.

 

En definitiva, sé consciente de lo que haces en tu día a día. Seguramente encontrarás cosas que quieres cambiar o mejorar y no sepas la manera por dónde empezar. Comienza por lograr pequeñas metas; aquí tienes unas directrices, el intentarlo o no está en tu mano.